domingo, 16 de diciembre de 2007

Australia

Durante muchos años de mi vida mi mas grande anhelo ha sido visitar Australia. Había leído en algun libro (The thorn birds) y revistas sobre las grandes planicies, el desierto inhóspito, monsones, canguros, ovejas, etc. Luego viene la pelicula cocodrilo dundee y Australia pierde algo de su encanto, creo que la pelicula estaba muy estereotipada. Tal vez viviendo como soñaba, ahí las cosas serían diferentes y pudiera conocer el país mejor. Pasó el tiempo, y en los ochentas se empieza a hablar sobre el agujero en la capa de ozono que se encuentra creciendo ni mas ni menos que en Australia. Aquellas costas que albergaban el gran arrecife de coral que tanto me hubiera gustado recorrer buceando ahora resultaban peligrosas por la exposición a los rayos ultravioleta que causaban cancer en la piel. La historia a través de los medios no fue mejorando. En algun programa televisivo se hablaba de un aumento desporporcionado de la población de ratas y ratones, debido a mi fobia ante éste tipo de roedores casi declaré abiertamente que nunca podría visitar el tan soñado continente. Pero el anhelo seguía latente. Y la televisión seguía tambien con su campaña para hacerme desistir, me mostraba a una peligrosisima medusa que solo con el toque de uno de sus tentáculos podría provocar la muerte casi instantáneamente a un ser humano. Mostraban tambien a la vívora bamba negra con un veneno superior al de la cobra, una araña mortífera que se esconde en los recovecos de las casas y ataca inmisericordemente. ¿Dónde quedaron entonces los adorables canguros, los koalas y los rarisimos platipus? ¿Dónde las fabulosas olas en las que se surfea desenfadadamente? ¿podría de alguna manera observar tranquilamente cómo esquilan una oveja sin pensar en ratones y arañas asechando? No sé, pienso que Canberra sigue esperandome, o Sydney o Alice Springs. Despues de todo, vivo en un desierto tambien, con monstruos de Gila, arañas viudas negras, vívoras de cascabel y cada vez que visito a la dermatóloga, me recomienda que me cuide del terrible sol de Hermosillo aplicandome capa tras capa de bloqueador solar. Tal vez Australia no sea tan distinta y tal vez mi sueño de conocerla pueda hacerse realidad un día. Al menos ya tengo invitación para visitar Perth.

4 comentarios:

Hey Jude dijo...

Mira, un laboratorio ya está utilizando la saliva del mounstro de gila para producir un medicamento que será paleativo para las personas diabéticas...a lo mejor tanto desastre ecológico tiene alguna sorpresita, por ahí, no crees?

Queen Marie dijo...

Casi parece que lo escribí yo... más o menos. Es decir, siempre y cuando se trate de viajar y Australia siempre ha tenido ese no sé qué. Y te vas a reír cómo es que supe de sus planicies, su fauna etc, por primera vez... de las novelas rosas!!!
Ves? Llegan a servir de algo.
También desde que he tenido más información las ganas han menguado, haciendo que dirija mi mirada hacia el viejo contienente... a donde sí tengo una fijación incontrolable.

Igual siempre tendremos París...

Hey Jude dijo...

Has leído El pájaro canta hasta morir?, y ahí te imaginabas cómo dejaban bichitas a las pobres ovejas mientras tu cabalgabas por horas y horas sobre las extensas planicies?

Rebeca dijo...

Es que el pajaro canta hasta morir es la traduccion de The thorn birds, los siento Czarina, si muy pocha, jajajaja.