viernes, 23 de noviembre de 2007

Antología 1

Fue la fuerza de la mujer que se atreve a pensar.
Fue la visión de la madre que enseñó
Fue la solidaridad del compañero
Fue la necesidad de gritar
Fue el susurro que se transformó
Fue un cambio necesario
Fue un inicio tardío
Fue el deseo de hablar por las que no lo pueden hacer
Fue comprobar que si pueden
Fue sonora carcajada
Fue silenciosa lágrima
Fue un huracán
Fue un viento leve
Fue brillo de sol
Fue luz de luna
Fue mirada furtiva
Fue absoluto análisis
Fue FABULOSO.
GRACIAS A TODOS POR ACOMPAÑARNOS, POR ESCUCHARNOS Y LEERNOS. GRACIAS A MARGARITA OROPEZA POR DARLO TODO. GRACIAS A LAS TALLERISTAS POR LAS CRITICAS QUE NOS HAN HECHO CRECER Y LA AMISTAD QUE ES EL EJE DE ESE CRECIMIENTO. GRACIAS A GISELA POR LOS COMENTARIOS. A ALBERTO POR DARNOS ESPACIO Y APOYO. GRACIAS PANCHO JAIME POR LA MUSICA.

Y ahora ¿Qué será?

martes, 20 de noviembre de 2007

20 de noviembre modificado

El desfile fue el 19 de Noviembre en lugar de ser en el aniversario de la Revolución Mexicana. Bastante desangelado, si me preguntan, de las escuelas que hace tiempo lucían durante su participación, ahora solamente levantaron en hombros a alguna escuálida niñita, quien no tenía ni la más mínima gana de estar ahí. Los acarreados no faltaron, el instituto municipal del deporte se encargó de citar a todos los que tuvieran bicicleta de la “Soli”. Todos se presentaron, aunque no supieran hacer piruetas para lucirse en el desfile cívico deportivo.
Pero hay más en este día. Cualquier persona que viva en el hemisferio norte podría pensar en noviembre como pleno otoño con las temperaturas descendiendo vertiginosamente, preparándose para el invierno. Pero claro, en Hermosillo NO hace aire, así que gozamos de un esplendoroso día a 34°C. El calor aún nos envuelve y aprovechamos para correr a la playa, con la esperanza de podernos meter al mar. Tal vez ahora el agua esté fresca, y no como caldo al igual que cuando fuimos en agosto, buscando “refrescarnos” con un chapuzón mientras tratábamos de esquivar infructuosamente el azote de las agua malas y mantarrayas. Hoy no hubo nada de eso, solo sol y arena, y sol decente, no de ese que te quema después de media hora de exposición directa, si, como en agosto.
Igual te pudiste ir a la propieda´. El ranchito cerca de San Pedro, donde de pasadita compraste burritos o tamales para comerlos observando lo que hasta hace unos meses era verde. Ahora, luego de un par de meses sin lluvia, en Hermosillo también hay cambio de colores y podemos observar los de otoño en toda su magnificencia. El verde que nos rodeaba en septiembre pasado ahora se ha vuelto de un amarillo con tintes de verde seco. En los árboles se empiezan a observar las naranjas casi completamente del color que las nombra y las bugambilias también empiezan a recobrar sus tonos, toda vez que el calor les ha dado un respiro y el invierno aún no les arranca el color de nuevo.